En los primeros años de vida, cada pequeño gesto, cada intento de comunicación y cada balbuceo son señales valiosas que nos hablan del desarrollo del niño. Como logopedas especializadas en Atención Temprana, acompañamos a las familias en este proceso con una mirada experta y sensible, ofreciendo mucho más que una estimulación general del lenguaje. Cuando un niño no habla, no basta solo con “estimular el lenguaje”. Es esencial entender qué está ocurriendo en su desarrollo comunicativo, emocional, motor y sensorial. Y ahí es donde entra el papel específico de la logopeda: con conocimientos clínicos, experiencia y una mirada profunda, somos capaces de detectar señales sutiles que pueden marcar una diferencia enorme si se atienden a tiempo. Entre esos cimientos se encuentran los prerrequisitos del lenguaje , fundamentales para que este pueda emerger de forma funcional. Nos referimos, por ejemplo, a: La atención conjunta. La imitación. El contacto ocular. El juego funcional y s...